Refugio Elorrieta sobre los años 30 (foto de José Almagro San Martín. Archivo de Antonio Castillo Rodríguez)
Paisajes del Agua sigue la filosofía que defiende que los territorios sin sus hombres y mujeres son sólo bellas postales sin alma. Por eso está a favor de los paisajes culturales (la inmensa mayoría) siempre que la huella del hombre se halle integrada en la naturaleza. Por supuesto, también aprecia los paisajes inmaculados y salvajes, allí donde se encuentren
Traigo a este post un antiguo tema, como es el del lamentable estado del refugio Elorrieta, si bien la novedad es la repercusión mediática que las redes sociales están jugando ahora en todo ello, cuyo desenlace podría (y debería) precipitarse. Desde hace bastante tiempo subyace un debate larvado entre refugio Elorrieta si o no. Mientras tanto, el refugio agoniza sin mantenimiento alguno, de forma que su ruina y vandalismo es ya tan evidente que provoca sentimientos de vergüenza (ver “Elorrieta, el refugio triste”), una situación en la que el Parque Nacional de Sierra Nevada debe implicarse cuanto antes.
En esta ocasión ha sido “Acción Sierra Nevada“, una plataforma independiente para la mejora y conservación de la montaña, la que viene lanzando desde que se creó, hace unos tres años, la señal de alarma. Esa asociación propone rehabilitarlo, para lo que impulsa una campaña informativa de apoyo y de recogida de firmas. La respuesta social ha sido un éxito, de forma que en poco más de un mes meses ya han firmado cerca de 8.750 personas (si todavía no lo ha hecho y lo desea, está a tiempo pinchando aquí). Del mismo modo, se ha conseguido, a través de micro mecenazgo, ayuda económica para acometer lo más perentorio, la impermeabilización de cubiertas y el cerramiento de exteriores, ya que estructuralmente el refugio se encuentra en aceptable estado y no hay peligro para las personas (todavía) por posibles derrumbes.
Naturalmente, esas intervenciones requieren de autorización administrativa, y, como era previsible, han surgido dudas en los organismos competentes sobre el procedimiento a seguir, así como discrepancias entre quienes desean conservarlo, los que propugnan eliminarlo y los que aún no saben o no contestan.
Así pues, considero que es necesario abrir un debate urgente, en el que las personas que quieran y, especialmente, las instituciones interesadas (ayuntamientos, Junta de Andalucía, Espacio Natural de Sierra Nevada, Consejo de Participación, Federación Andaluza de Montañismo, etc.) expongan razones y posturas. Son tiempos de participación (ya la hay), pero sobre todo de consenso, de tal forma que tomar decisiones sin acuerdos amplios o dejar pasar el tiempo sin hacer nada, son actuaciones difícilmente asumibles ya por la ciudadanía.
Hace poco publiqué en Facebook una entrada a la campaña de adhesiones de Acción Sierra Nevada. Pasados unos días en los que he recabado más información e intercambiado opiniones con amigos montañeros, cuyos consejos aprecio mucho, me he decidido a tomar el lápiz para exponer “mis” pareceres, que cómo es lógico no tienen más valor que el de una opinión exclusivamente personal, que puede ser compartida, rechazada o asumida a medias (como todo en la vida). El escrito lo he sistematizado por puntos para hacerlo si acaso más claro. Los cinco puntos a favor del refugio van en el orden en el que los considero de más a menos trascendentes:
1.- El impacto visual y ambiental del refugio Elorrieta es mínimo. Este primer punto es, a mi juicio, requisito de “casi” obligado cumplimiento para cualquier infraestructura existente (o futura) del Parque Nacional de Sierra Nevada. Al respecto, y curiosamente, Elorrieta es uno de los refugios de Sierra Nevada que menos impacto visual tiene. Y una vez que nos chocamos con él, tampoco duele su figura, bastante armónica y singular por otra parte. De todas formas, tampoco hay unanimidad en el mundo de la conservación acerca de este asunto, para lo que no hay más que ver los impactos visuales de ciertos refugios de Pirineos y Alpes (y de todas las montañas del mundo), en países como Francia, Suiza o Italia, que hoy poca gente discute. Por lo que respecta a su impacto ambiental, tampoco puede argumentarse que su entorno se halle masificado o degradado, ni, muy importante, que el refugio esté cerca de lagunas o de arroyos a los que pudiera contaminar (como si ocurre con otros).
En definitiva, en 85 años de uso, la mayoría haciendo funciones propias de refugio, no está documentado ningún daño ambiental relacionado con el mismo. No obstante, hay un par de observaciones que pueden hacerse aquí. Una es que se encuentra en la zona cimera (por cierto, igual que le ocurre al refugio-vivac de la Carihuela o al de la Universidad de Granada, éste en la misma cima del Veleta), y eso choca con el ideario que todos anhelamos de “cumbres salvajes”, y al que de forma tácita aspira el Parque Nacional. Pero es bueno distinguir eso, y otra que se trata de un refugio histórico que no causa apenas impacto. La otra puntualización es que su progresivo deterioro ha desperdigado cascotes y escombros por las inmediaciones, ofreciendo una estampa de “suciedad” y abandono, que ha sido aprovechada por los vándalos de siempre para terminar de expoliar lo poco de valor que quedaba y dejar algunas basuras dentro. Pero eso no va más que a favor de arreglarlo, o de tirarlo, pero nunca de seguir dejándolo como está.
2.- El refugio Elorrieta forma parte indiscutible del patrimonio histórico de Sierra Nevada. Este es uno de los puntos a favor más repetidos y valorados por la ciudadanía, según los comentarios que acompañan a las firmas de adhesión recogidas hasta el momento (recuerdo que son más de 8.700 las actualmente disponibles en Internet). Se trata de un venerable refugio, con 85 años a sus espaldas y mucha historia. La mayor parte se terminó de construir en el verano de 1931 (o quizás en el de 1930) bajo la dirección del ingeniero de montes José Almagro San Martín, esquiador y montañero enamorado de Sierra Nevada, que fue también presidente de la Asociación Alpinista Granadina. Durante su ejecución se conoció como albergue del Tajo de los Machos, si bien tomó el nombre del Director General de Montes, Caza y Pesca Fluvial de la época, Octavio Elorrieta.
Cómo albergue de técnicos y operarios forestales duró poco tiempo, compatibilizando una de sus estancias como refugio de uso montañero. Durante la Guerra Civil fue utilizado por fuerzas nacionales. Después, quedó prácticamente abandonado, hasta que en el año 1963 el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias del Ministerio de Agricultura (de quién dependía en ese momento) lo cedió por 30 años a la Federación Española de Montañismo. Desde entonces ha venido ejerciendo, con mayor o menor decencia (poca en los últimos años), como refugio de montaña, por el que han pasado miles de personas a lo largo de los tiempos.
Para entender mejor la historia de este refugio habría que remontarse al primer tercio del siglo XX, en el que la vertiente sur de Sierra Nevada, y en particular el valle del Lanjarón, vivió una auténtica epopeya forestal, llevada a cabo por la 7ª División Hidrológico-Forestal. Los acuciantes problemas de torrencialidad y erosión, y la desnudez absoluta de Sierra Nevada, llevaron a diseñar un ambicioso y pionero plan de experimentación y repoblación para la época en España (se ensayaron hasta ¡118 variedades! procedentes de montañas de América, Asia y Europa). Para todo ello se construyeron, solo en la cuenca del Lanjarón, tres albergues (Lanjarón-pueblo, Tello y Elorrieta), siete refugios (entre ellos, el del Caballo, Ventura, Loma de Cáñar y Peñón Colorao), siete viveros, numerosos diques y una red kilométrica de caminos de arriería. Y de todo ello, el albergue Elorrieta fue la obra emblemática, concebido para misiones de investigación y experimentación meteorológica, edáfica y forestal. Finalidades muy nobles y acordes, por otra parte, con las de un Parque Nacional.
Muy emblemáticas también fueron las veredas, entre ellas Vereda Cortá, cuyos tramos mejor conservados semejan una auténtica “calzada romana” de mampostería seca de metro y medio de anchura y elevada sobre el terreno, a casi 2.900 metros de altitud. Senderos que hoy utilizamos y admiramos con perplejidad todos los que transitamos por aquellos remotos, pendientes y escabrosos territorios del río Lanjarón. Pues bien, todas esas veredas y refugios (que tampoco deberían perderse) forman parte ya del paisaje y del patrimonio histórico-cultural de ese valle, un activo indiscutible que no se entendería bien sin el refugio Elorrieta, destino final del trasiego de trabajadores y de las reatas de mulos que cargaron con los materiales para su construcción.
Una historia forestal, por lo que se refiere a Sierra Nevada, endémicamente poco y mal conocida por la sociedad, que siempre ha estado excesivamente focalizada en lo que ocurría en la fachada más próxima a la ciudad de Granada.
Vereda Cortá a su paso por la laguna de Tajos Altos (antigua laguna de Bolaños)
Estas dos primeras premisas, mínimo impacto ambiental y alto valor histórico, deberían ser suficientes para conservar el refugio Elorrieta, que no estaría siendo discutido, por ejemplo, en cualquiera de los parques nacionales de los Alpes, y me refiero a ellos porque son un referente de equilibrio entre uso y conservación.
3.- El refugio Elorrieta es necesario como lugar de salvaguarda y socorro. Este punto, junto con el anterior de patrimonio histórico, son los más reivindicados por los montañeros de Sierra Nevada para conservar el Elorrieta. Son infinidad los testimonios que recuerdan que ese refugio salvó vidas o evitó pasar días y noches dramáticas. Aquí la carga emotiva de vivencias, recuerdos y sentimientos de gratitud es enorme. Los excursionistas, senderistas y montañeros apreciamos mucho la proximidad y el auxilio que los refugios prestan, sobre todo en momentos de adversidad meteorológica. A mi juicio, el Espacio Natural de Sierra Nevada, que abarca una superficie superior a 170.000 hectáreas, está necesitado de una mejor red de refugios cuidados y mantenidos, para que la práctica deportiva se haga con seguridad, aparte de que son la mejor carta de presentación de cualquier espacio natural del mundo para sus visitantes y usuarios.
Ya sé. A este respecto hay quién dice sí a los refugios, pero no al Elorrieta porque su ubicación no es la más adecuada. Pero ese reproche también tiene defensa. Creo que tras más de 80 años dando cobijo y auxilio montañero se ha ganado sobradamente un lugar de honor dentro de la red de refugios de Sierra Nevada. Su situación es estratégica, en un cruce de paso obligado, como es el del cordón cimero (travesía de los tres miles) y el de la única vereda que enlaza los valles del Dílar y del Lanjarón. Su posición, por otra parte, afectada por fuertes vientos ocasionales, no favorece extraordinarias acumulaciones de nieve, que no lo tapan, ni impiden sus entradas (como si ocurre con otros refugios teóricamente mejor situados), bastante elevadas sobre rasante por otra parte. Tampoco compite con refugios próximos, ya que los más cercanos se sitúan a casi tres horas de camino, que es infernal en invierno (ya sea hacia el refugio del Caballo por Vereda Cortá o hacia la Carihuela, o Borreguiles, por los Tajos de la Virgen).
Y tampoco deberían ser desdeñables otros usos complementarios, como por ejemplo el de punto de vigilancia de verano (cuando más gente acude a la montaña) por parte de efectivos del Parque Nacional, especialmente tratándose de un territorio remoto, donde sabemos que el control es bastante escaso. Desde sus proximidades se dominan cuatro valles, el Lanjarón, el Poqueira, el Dílar y el Dúrcal. Otras misiones, como punto de apoyo logístico del Servicio de Montaña de la Guardia Civil o de investigadores (y de equipos de medida científicos) podrían tener cabida perfectamente en un refugio decente y bien conservado.
4.- El refugio Elorrieta es singular y exclusivo. Aunque este punto y el siguiente tienen mucho menos peso, merecen también comentario. El Elorrieta no es un refugio al uso como los demás. No es el típico elemento semicilíndrico patrón o estándar de la mayoría de los de Sierra Nevada. Se trata de un refugio mixto, en parte edificado y en parte excavado en túneles bajo roca, con un diseño y distribución absolutamente originales para su anormalmente elevada cota. Su interior fue concebido con todas las comodidades de la época. Cocina, comedor, cuartos de baño, calefacción, aljibe, acometida de agua, grupo electrógeno de iluminación, chimeneas, ventanales con vidrieras, suelo de losa hidráulica, etc. ¿Llamativo no, para estar a casi 3.200 metros de altitud? Y esa es otra de sus singularidades, su altitud, que lo ha convertido en el segundo refugio de montaña más alto de España (después del refugio-vivac de la Carihuela por unos pocos metros) y, si se quiere, uno de los más altos (sino el que más) de los forestales de Europa, aunque estas “medallas” no tienen más valor que el anecdótico.
Por último, no me olvido de otro hecho absolutamente sorprendente de este refugio, como fue el del titánico esfuerzo que hubo de realizarse para su construcción, en sintonía con el de los kilométricos caminos de arriería trazados para el transporte del material. Tanto desde Cáñar, como desde Lanjarón, eran necesarios portes de cerca de 20 kilómetros, con ascensiones de más de 2.000 metros. No sé, creo que humillaríamos el recuerdo de aquellos hombres si hoy derribáramos ese refugio que con tanto esfuerzo y coraje costó levantar.
Refugio Elorrieta en construcción, a principios de los años 30 (foto de José Almagro San Martín. Archivo de Antonio Castillo Rodríguez)
Guarda forestal de la 7ª División Hidrológica-Forestal, en labores de avituallamiento del refugio Elorrieta, en la cabecera de la cuenca del río Lanjarón (foto de José Almagro San Martín; años 30. Archivo de Antonio Castillo Rodríguez)
5.- Entre conservar el refugio Elorrieta o derribarlo hay una pérdida patrimonial y económica sustancial. Los que hayan tenido la paciencia de llegar leyendo hasta aquí, supongo que tendrán ya más o menos una idea formada entre si conservarlo o derribarlo, pero hay una alternativa que, a mi juicio, no es posible: seguir dejándolo como está, sometido a la vergüenza pública de su abandono y ruina. Por supuesto, cabrían soluciones mixtas, cómo rehabilitar el conjunto, pero abrir solo una pequeña parte (creo que sería una buena opción, ya que el refugio es demasiado grande), retocar los elementos constructivos para hacerlos más miméticos, etc., pero eso es adelantar acontecimientos.
Imagino que a nadie se le escapa que la diferencia entre unas u otras opciones son sustanciales. Si se destruye hay que dedicarle la correspondiente partida presupuestaria, para perder además un patrimonio tangible (e intangible), y entraríamos además en el debate de si, aparte de razonable, ello es prioritario para el Parque Nacional, con actuaciones que de verdad ocasionan impacto ambiental y reclaman atención urgente. Si por el contrario se rehabilita, o como mínimo se frena su deterioro, con fondos que entiendo pueden ser asumidos perfectamente por la iniciativa privada, si es que se necesitara de ella, el coste para las arcas públicas sería mínimo, y por contrapartida se conservaría un bien común patrimonial, histórico, cultural y deportivo irrepetible. Posiblemente lo más razonable sería hacer un plan de aprovechamiento, bien público (con o sin patrocinio o mecenazgo) o privado de uso público a través de arrendamiento o cesión a entidades interesadas en su mantenimiento anual.
Por si sirve de algo, mi convicción es que la inmensa mayoría de los montañeros y visitantes de Sierra Nevada ya lo han salvado (“sería una lástima que se perdiera”, es lo que he oído decir a casi todo el mundo). Ojala en un futuro próximo podamos leer de nuevo la placa que presidía una de sus entradas en 1935, y que decía: “Para abrir alcen el picaporte. Siempre abierto, confiado a la hidalguía del caminante”.
Un artículo a la altura, en el sentido más amplio de la palabra, del Refugio Elorrieta. Enhorabuena por la claridad de ideas y de exposición. Y por la gran cantidad de datos objetivos aportados.
Entonces…¿cuándo empezamos a rehabilitar el Refugio Elorrieta?
Todos mis respetos, Don Antonio.
El tiempo y la experiencia dan sabiduría. Creo que tus reflexiones dan luz al debate necesario.
Gracias
Sencillamente ” Magistral”, espero a quien corresponda tome buena nota y se una al sentir de la mayoría de los montañeros y amantes de Sierra Nevada.
Un millón de gracias Sr. Castillo.
Pingback: Refugio Elorrieta de Sierra Nevada, ¿consevarlo o derribarlo? por Antonio Castillo Martín — Acción Sierra Nevada
Excelente articulo
Enhorabuena Antonio,
a ver si las autoridades competentes toman nota de este magitral documento.
Gracias
Creo que todos los argumentos, razonados y razonables, están sobre la mesa en el artículo. Gracias por el esfuerzo de ecuanimidad. La síntesis del “estado de la cuestión” que haces, facilita una decisión adecuada ajena a tantos maximalismos simplificadores de uno u otro signo. Tu artículo debería ser de lectura recomendada para opinar del tema con conocimiento de causa.
Aunque no soy usuario de refugios sí lo soy de la sierra. Y en mis salidas y recorridos por ella, siempre me acerco a visitar los refugios por los que paso para dar testimonio de su estado en mi blog. Personalmente, aparte de valorar la razonada exposición de pros y contras, de D. Antonio Castillo me decanto y así lo he hecho siempre, por su mantenimiento. La opción de compatibilizar su espacio entre refugio y fines científicos me parece idónea. ¿Tendremos la suerte de seguir contando con él? De nosotros depende…
Precioso y preciso reportaje en torno a Elorrieta uno de los refugios más queridos por los montañeros a pesar de su lamentable estado de salud. Espero que este empeño tenga un buen final y que nos siga apoyando gente de tanta sabiduría con como D.Antonio, a ver si ablandamos entre todos las entrañas del Parque y conseguimos su restauración. SUERTE!!
Exposición de corte hondo, razonado sobradamente y brillante, dónde en casos como éste es muy difícil mirar para el lado. Gracias Antonio por invitarnos a tomar partido y no permanecer en el silencio. En no pocas ocasiones la pasividad se convierte en complicidad. Hay que movilizar sensibilidades y darles cumplida información. Un cordial saludo.
Buenas tardes a todos los que habéis hecho comentarios hasta el momento (8 personas en total). Permitidme que mi contestación sea general, para dejar lugar en esta columna a otras opiniones. Por supuesto, os agradezco de corazón los amables calificativos que habéis hecho al artículo y, especialmente, vuestras muestras de apoyo (y las de otros muchos manifestadas en Facebook y por otros medios). El refugio Elorrieta tiene muchas vertientes, también de patrimonio histórico, bastante desprotegido en general (que cada uno haga examen de conciencia de lo que tiene más cerca), entre otras razones porque es más cómodo (y menos costoso) que protegerlo. De todas formas, invito de forma expresa a los que no piensan igual con este refugio a que se expresen en esta columna con total libertad. Este blog no censura ningún comentario, siempre que se utilice un lenguaje cortés y el texto no sea demasiado extenso. Para ello pueden utilizarse vínculos URL de enlace a cualquier tipo de documentos, informes, vídeos, etc. Hecha queda la invitación
Estoy dee acuerdo con la claridad con la que Antonio Castillo ha plasmado, creo, el pensamiento de buena parte de los montañeros, pero en el análisis echo en falta un diagnóstico detallado de las causas que han llevado consigo el estado actual de ese y otros refugios no vigilados de Sierra Nevada. No podemos vestir a un enfermo y levantarlo de la cama sin antes quitarle la causa que lo postró.
La mayoría de los que transitamos esas montañas respetamos escrupulosamente los refugios, y la naturaleza, pero el estado en el que se encuentra el refugio no es consecuencia directa de un abandono sino de que aún quedan demasiadas personas que transitan por esos lugares sin el más mínimo respeto. Creo que si no conseguimos una sociedad respetuosa cualquier arreglo que se le de a un refugio no vigilado sería en vano y entiendo que, primero, debemos cargar las tintas en concienciar a la sociedad sobre el cuidado de la naturaleza y una vez conseguido eso entonces valdrá la pena abordar obras como la que se proponen.
Alberto, bien es verdad que falta mucha concienciación, educación y respeto al medio ambiente y a los refugios no guardados en Sierra Nevada, pero creo que el estado actual del Refugio Elorrieta invita a que no se siga respetando ni cuidando. La dejadez llama a la dejadez; la basura llama a la basura; el descuido llama al descuido; el deterioro llama al deterioro. Voy a poner un ejemplo bien cercano. El Refugio del Caballo. Acción Sierra Nevada, desde el verano de 2011 y hasta el otoño de 2012, realiza varias intervenciones colocando una puerta nueva, una ventana nueva, pintando, intentando impermeabilizar la cubierta…Desde ese momento el Refugio del Caballo queda en condiciones dignas de uso y desde ese momento parece ser, por lo que he visto cuando lo he visitado, y por lo que me cuentan los que lo van visitando, que su mantenimiento es más que aceptable. Parece ser que los montañeros, ellas y ellos, que pasan por allí van conociendo cómo se reformó ese refugio y lo cuidan bien. Se dejó una pala, un cepillo, un recogedor…se le dotó de un pequeño mobiliario: una mesita, unos banquillos, perchas en la pared…Es decir que la limpieza llama a la limpieza; el orden al orden; el trabajo altruista al respeto de los demás; el mantenimiento al mantenimiento…Incluso este verano el propio Espacio Natural de Sierra Nevada ha realizado mejoras en el Refugio del Caballo. Todo esto que te cuento puedes verlo en el siguiente enlace https://vimeo.com/album/2601888 y leerlo en http://accionsierranevada.org/?s=Refugio+del+Caballo
Evidentemente, una vez que consigamos rehabilitar el Refugio Elorrieta habría que mantenerlo. Acción Sierra Nevada se comprometería a diseñar y llevar a cabo un plan de mantenimiento del mismo sin coste alguno para el ENSN.
Mi mas sincero agradecimiento por el articulo, creo que es claro, conciso y objetivo. Es hora ya de abordar los problemas y situaciones. El refugio no es un problema, mas bien una autentica ventaja, no estoy de acuerdo con una administración oscura y obsoleta
( es mi opinión . Me parece increíble, que pretendan “cimas salvajes”…. todos conocemos el espectáculo de las pistas, pantanetas e infraestructura de la estación de esquí. No es un critica a la estación, es un problema serio de la administración el empeñarse en mirar para otro lado.
Tampoco entiendo la postura de la federación de montaña, ¿donde esta en este tema tan delicado?.
Una vez mas agradecer a D . Antonio Castillo y a la Plataforma Acción Sierra Nevada por la iniciativa.
Tenemos que luchar y colaborar por lo que es nuestro… la administración ha de darse cuenta… que son los que tienen que trabajar para la sociedad.
Muy buen artículo Antonio, de los mejores y más objetivos que he leído en defensa de nuestra Sierra. Pienso que Sierra Nevada nos pertenece a todos, y los responsables del Parque Nacional no son dueños de lo que está dentro de “sus límites”.
Respecto a lo que ha comentado Alberto Tinaut, estoy muy de acuerdo en que hay que educar y concienciar a la sociedad en el respeto hacia este y otros elementos que demandan reparaciones, pero creo que si esperamos a que esto cuaje en la sociedad es muy probable que nos quedemos, en este caso, sin refugio. De vez en cuando, en los medios, aparecen noticias de personas que hacen pintadas en monumentos y no por ello dejamos de restaurar éstos (salvando las distancias en este caso). Los refugio de montaña siempre necesitarán de una mano amiga que les dé un repaso de vez en cuando.
Orgullo mal entendido.
Hemos asistido atónitos a la muerte de los espeleólogos granadinos en Marruecos, propiciada, al menos una de ellas, por el rechazo de Marruecos a recibir colaboración.
Puede parecer exagerada la comparación, pero Elorrieta ha salvado muchas vidas desde su construcción y podría seguir salvándolas.Puedo citar, al menos un caso con nombre y apellidos.
No caigamos en el error de rechazar el ofrecimiento de “Acción Sierra Nevada” de salvar Elorrieta y como dice el señor Castillo, en su articulo, el Parque Nacional de Sierra Nevada debe implicarse cuanto antes.
En esta España nuestra, es muy frecuente utilizar la táctica de dejar deliberadamente que algo se arruine, para utilizar precisamente como pretexto esta ruina y deshacernos de lo que no nos interesa. Así se han cerrado decenas de líneas de ferrocarril, por ejemplo, descuidando su mantenimiento y cuando este abandono ha traído sus consecuencias, estas han sido el argumento para su cierre.
La historia de sierra nevada el esfuerzo, la energia, la ciencia y saber de nuestros antepasados se ve cuestionada. Debemos reconocer que la historia tiene sus recompensas culturales, socio-económicas o sentimentales. A esta nuestra generación corresponde mantener en valor todo el patrimonio legado de la Sierra. Creo que es incuestionable no sólo para los montañeros como usuarios, el mantener viva la historia , el paisaje y el paisanaje. Esta simbiosís debe mantener un equilibrio, que en el refugio del Elorieta siempre he contemplado.
Una vez más Antonio Castillo, excelente hidrogeólogo por cuyas venas corren las aguas de Sierra Nevada, lanza un mensaje desgarrado y fundamentado de un quehacer urgente, en esa sierra en la que tantos tenemos nuestros quereres.
Supe por primera vez del Refugio de Elorrieta por la pluma de mi padre (Dr. Fidel Fernández Martínez), autor de ese colosal libro que es “Sierra Nevada”, y de las “Leyendas de Sierra Nevada”, a cuyas páginas tantas y tantas veces he vuelto para reavivar entrañables historias y narraciones. Conocí en la niñez fotos de esa singular construcción, mimetizada en las alturas, que ha resistido embates de vientos, de soles y de nevadas…
Se ha dicho que quien no tiene corazón pierde la memoria; y relegar al olvido y al aniquilamiento este preciado refugio no nos lo perdonarían las generaciones venideras. No olvidemos que, de acuerdo con la RAE, un refugio es un ” Edificio situado en determinados lugares de las montañas para acoger a viajeros y excursionistas” pero también es lugar de “Asilo, acogida o amparo” algo que necesitamos o podemos necesitar algún día…
Querido Rafael, qué puedo decir después de tus amables y sentidas palabras, que me han llenado de emoción. Te fuiste hace mucho tiempo a Madrid, y mucha gente de estos foros de montaña quizás no sepan quién eres, más que, como has dicho, un hijo de aquél Fidel Fernández que tanto hizo por Granada y por Sierra Nevada (uno de los 10 Amigos Limited). Otros muchos, sin embargo, conocemos bien tu trayectoria humana y profesional, y sabemos de tus contribuciones a la protección del medio ambiente con una visión humanista e integradora, sin posturas radicales. Por eso, y naturalmente por tus trabajos de tantos años, te dieron el Premio Rey Jaime I a la Protección del Medio Ambiente, la mayor distinción que existe en España en esa temática. Gracias por tu apoyo explícito a esta causa de tu querida Sierra Nevada
Cuando vi la publicación en Facebook, la leí tan rápido como pude. Esperaba estas reflexiones de Antonio, por un lado, porque había estado comentando sobre esta situación hacía pocos días, y por otro lado, porque sabia que me iba aportar mucho mas conocimiento del que ya tenia sobre “el Elorrieta”.
Creo desde mi punto de vista y como ya puse en mis comentarios en Facebook, que este refugio debe conservarse a toda costa. No solo es un refugio de montaña, es sin duda y como se señala en el blog, un enclave histórico. Ademas su integración con el medio es excepcional, frente a otros refugios de mas moderna construcción. La ubicación permite que sea uno de los pocos refugios vivac de Sierra Nevada que no queda completamente enterrado en nieve durante los años de copiosas nevadas (por lo que sin duda ayuda a la protección y el desamparo de montaneros en días difíciles).
Hasta aquí hemos obviado el hecho histórico del refugio, en cualquier otro país de nuestro entorno, este estaría protegido y defendido por las propias autoridades, estamos hablando de nuestro patrimonio cultural. Fue como bien se señala en el escrito, un lugar de investigación, pionero y seguramente de los mas altos que había en su época, lugar estratégico para el desarrollo de experimentos en épocas donde el ingenio y los escasos medios prevalecían. Sin duda es otro motivo no solo de protección, sino de promoción y de dar a conocer lo que fue y es Sierra Nevada, como macizo, parque y espacio…. viajo por muchas montañas, sobre todo de Europa, donde un enclave así, seria un museo y estaría cuidado y protegido por las administraciones competentes.
Pero mucho me temo que estos hechos poco o nada van a frenar los deseos de una administración, que ya en sus primeros movimientos como parque nacional, se encargaron de desmantelar y poner el cascajo del refugio en sacos, para que todo aquello terminara desperdigado por los valles contiguos, esta acción que en su día ya comente con el parque (era una de las primeras salidas que hacíamos para el estudio de las lagunas), nos muestra por un lado su voluntad y por otro, el poco cuidado y respeto que a veces tienen con el entorno, la excusa fue que se quedaron sin presupuesto.
Mucho me temo que tendremos que pelear para que por lo menos no lo tiren o lo dejen morir sin mas, para que la menos podamos decir que nosotros intentamos impedir (algunos desde mucho antes de lo que parece) que un emblema de SIERRA NEVADA, muera sin más.
Hola Manolo, aprecio mucho tu comentario por tu profesión de director de club y guía de montaña, que has viajado profesionalmente por tantos países del mundo. Tú opinión tiene ese valor, saber que en otros lugares de Europa (sin ir más lejos), hace ya mucho tiempo que se habrían aliado con la realidad histórica del Elorrieta para convertirlo en un activo de la montaña, y no para derribarlo (lo más fácil).
Espero que el Parque Nacional sea sensible a tantas opiniones y muestras de apoyo. No hay sólo el punto de vista que quieren escuchar, hay otros, de gentes que quieren la montaña y su conservación como el que más, pero piensan de otra manera. Gracias
POR FIN HAY DECLARACIÓN DE LA FEDERACIÓN ANDALUZA DE MONTAÑISMO SOBRE EL REFUGIO ELORRIETA DE SIERRA NEVADA. (http://accionsierranevada.org/ya-sabemos-donde-esta-la-federacion-andaluza-de-montanismo/)
Desde este portal le damos publicidad. Muchos se van a sorprender del contenido de su declaración. Ya nos gustaría que otros muchos hicieran lo mismo con los artículos y plataformas que aportan opiniones diferentes. Ahora empieza el verdadero debate sobre el refugio Elorrieta. No digo más, que cada uno como personas maduras que se supone que somos, saque “sus” propias conclusiones. Ya habrá tiempo de rebatir o profundizar en los argumentos dados para “rehabilitar la cumbre”, es decir eliminar el Elorrieta.
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Abundante manifestación en favor del refugio del Elorrieta se ha vertido en diferentes medios que recogen todos los aspectos y consideraciones posibles. Numerosa información pues pero insuficiente si finalmente la Administración decide ir en contra del sentir de la mayoría de los “usuarios” de la Naturaleza nevadense. Todavía recuerdo las movilizaciones que tuvieron lugar con motivo de las instalaciones en el Mulhacén, que finalmente fueron desechadas hace ahora 20 años.
Yo no puedo aportar nada nuevo al asunto que no se haya dicho y que no comparta, pero agradezco de corazón como tantas personas (agrupadas o no) puedan de manera altruista perder su tiempo y esfuerzo en favor de este entrañable Refugio. Mis mas sinceras felicitaciones para Acción Sierra Nevada, Antonio Martín y tantísimas otras personas por sus iniciativas, textos y apoyos.
Un único comentario sobre todo esto, un pequeño matiz desde la perspectiva proteccionista. Se ha hablado de impacto visual, entre otras muchas razones. Impacto visual que se debe aderezar limpiando la historia de su existencia, para que quede solo en los anales fotográficos y otros documentos, como ocurrió con el refugio Félix Mendez. Pero, ¿y la estación de esquí?. Si ella aporta imagen, diversión pública, subsistencia económica de tantas familias,… ¡también de manera más humilde lo hace el Elorrieta!. Hay que recordar que el área esquiable de la estación se sacó intencionadamente fuera del perímetro del Parque Nacional (se incluyeron, eso si, numerosos monocultivos de resinosas en otras localidades donde debiera existir piornal por ejemplo); pero parte de estas zonas son de alta protección, según contempla el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural, que las considera como Zona A (de Reserva). Y el impacto que reciben no es acorde con su estatus legal. ¿A donde quiero llegar?. Fácil: si “restaurar ambientalmente” esas cumbres significa eliminar el Elorrieta, debieran también eliminarse instalaciones en Zonas de Reserva del área esquiable, en la que aparecen entre otras algunos ejemplares y poblaciones de especies muy amenazadas y en peligro y que se ven maltratadas o borradas por las actuaciones de mantenimiento. Es decir, quitemos también los vivacs, los restos de la ermita del Mulhacén, los antiguos pluviómetros retorcidos por el viento, los testigos provisionales (“tubos coloreados”) o cualquier otro elemento de investigación temporal,… Si nos trasladamos, por ejemplo, a otros Parques Naturales y entramos en las Zonas de Reserva (donde tampoco se pueden ni mover una piedra), deberíamos quitar las casetas de fogueros/vigilancia (unas en uso y otras abandonadas), así como tantas otras construcciones que son parte del patrimonio histórico-cultural del siglo XX (léase la cumbre del Lucero, en Tejeda-Almijara). Que yo sepa, a nadie se le pasa por la imaginación (Administración incluida) suprimir tantas y tan peculiares casetas que por ejemplo el antiguo Patrimonio Forestal del Estado construyó en Cazorla-Segura-Las Cuatro Villas…es más, han sido adecentadas por nuestra Administración en los últimos tiempos.
Finalmente, quiero apuntar hacia otro testigo del tiempo: el observatorio del Mojón del Trigo, otro elemento singular que tampoco debiera desaparecer, máxime en el contexto en el que se encuentra.
Querido Roberto, no sabes lo que te agradezco tu postura pública y valiente (que siempre incomoda) sobre este tema. Te honra dar la cara. Somos mayoría y, poco a poco, la gente se irá sumando al ver tantas opiniones razonadas de personas a las que aprecia, entre ellas a ti, o a Luis Ordoñez, ambos extraordinarios fotógrafos ambientales, para nada sospechosos de insensibles a la Naturaleza, sino todo lo contrario, como reflejáis cada día con vuestras fotos que enamoran (mentes sensatas y abiertas, ¡qué difícil!).
Por supuesto, estoy de acuerdo con lo que dices, y has puesto ejemplos que viene bien recordar y tener presentes.
Antonio: Un artículo que es una completa recopilación histórica!!. Da gusto tener a gente como tu entre los amigos más queridos, con esa gana de investigar y compartir tus conocimientos con todos nosotros. Gracias por tu trabajo, y ya que lo has mencionado, por tus inmerecidos halagos. Un abrazo!!
Desde que este post vio la luz el pasado día 7 de abril, han ido apareciendo numerosas opiniones, artículos y noticias en diferentes medios y redes sociales. Entre las opiniones más relevantes destaco: “SOS: salvemos el refugio Elorrieta”, de Roberto Travesí; “Un nuevo punto de vista sobre el refugio Elorrieta del director del Observatorio de Patrimonio Histórico Español”, por José Castillo; y “La dualidad patrimonial del refugio Elorrieta”, de Cristina Maldonado. Todos estos artículos, junto a sus respectivos comentarios, y otros, pueden consultarse en http://accionsierranevada.org/. Remito a esa web a partir de ahora para documentarse sobre nuevas opiniones y noticias que, con seguridad, irán apareciendo sobre este refugio, de incierto porvenir. Allí está alojada también la recogida de firmas en change.org, que a día de hoy supera las 9.000.
Muy bonito, muy bien escrito y documentado y además perfectamente argumentado. Enhorabuena. La placa de 1935 que mencionas, resumen perfecto de lo que debe ser la montaña, ojalá esté la próxima vez que pase por allí.
Después de este extraordinario artículo de Antonio Castillo argumentando en cinco puntos los motivos por los que habría que restaurar todo o parte del refugio Elorrieta, poco hay que añadir y es hora de posicionarse. Mi postura es claramente a favor de una restauración como refugio vivac con criterios técnicos y de eficacia, posiblemente no sea necesaria la disponibilidad de todos sus habitáculos pero si una recuperación parcial de sus instalaciones y la anulación de las que no se consideren necesarias. Antonio y el resto de comentaristas en esta página habéis dado muchos argumentos por los que se debería restaurar, yo diría además que los detractores de su recuperación dan argumentos por los que se podrían derribar muchas construcciones en Sierra Nevada en estado de deterioro continuo y, ¿porqué no el resto y si Elorrieta?. Además añadiría; no se cual es la autoridad de determinados cargos institucionales pasajeros y otros detractores para privar a la sociedad de un bien patrimonial público, histórico, cultural y sentimental, que claramente tiene más voces a favor que en contra de su permanencia, y sino, que pidan firmas para derribarlo y que triunfe la democracia. Por último decir, que como principio, creo que el dinero público hay que dedicarlo a construir y reparar no a destruir.
Estimado Antonio, tu comentario en si mismo tiene valor por posicionarte de manera decidida y por lo que aporta al asunto Elorrieta, pero además tiene un valor añadido porque el que lo realiza desempeña en la actualidad un cargo de responsabilidad en lo que se refiere a senderos y refugios dentro de la Fedaración Andaluza de Montañismo.
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